Algunos casos


1.      Cristina, una joven de 18 años, fue diagnosticada con esclerosis tuberosa cuando tenía seis meses. Llegó un momento que sufría entre 50 y 80 espasmos infantiles diariamente. Afortunadamente, los medicamentos pudieron controlar casi totalmente esas crisis convulsivas. Durante los años escolares, tuvo algunos problemas de aprendizaje muy leve, pero a pesar de ello tuvo éxito en el programa escolar normal.

2.      Hasta los dos años Jennifer era una niña como cualquier otra, hasta que comenzó a tener convulsiones y se le diagnosticó E.T. Sus padres notaron un cambio dramático en lo que se refiere a su habilidad lingüística y desarrollo social. Durante los primeros diez años, Jennifer recibió terapia de habla intensiva y clases de educación especial.  Ahora, a los 12 años, aún sufre 3 o 4 crisis convulsivas a la semana. Aunque sigue estando varios años atrás académica y socialmente de la mayoría de los niños de su edad, Jennifer es una chica alegre y feliz.

3.      Robbie de 22  años  fue diagnosticado de E.T. cuando era bebé cuando. Acudió al dermatólogo porque notó unas manchitas rosadas y ligeramente abultadas en sus mejillas y nariz. Estos síntomas dermatológicos y las manchas blancas que tenía en la espalda y piernas confirmaron el diagnóstico.  Las únicas complicaciones que ha tenido es haber desarrollado pequeños tumores en los riñones y pulmones. Hasta este momento, estos tumores no han ocasionado mayores problemas médicos.

4.     Sara es una joven de 25 años que fue diagnosticada de E.T. desde los 6 meses. Estuvo con crisis convulsivas hasta los 11 años sin lograr controlarlas con los medicamentos suministrados por los médicos. Hoy a los 25 años posee un grado de discapacidad del 98%: no camina, no habla… Y posee tumores en ovarios, riñón, corazón y pulmones.