martes, 15 de noviembre de 2011

Fármacos y efectos adversos 1

      
     CORTICOESTEROIDES (ACTH, PREDNISONA): Se utilizan principalmente para los espasmos infantiles. También pueden usarse para otro tipo de crisis rebeldes, pero en cualquier caso se administra bajo estricto control médico. Su utilización debe ser a corto plazo, porque tiene riesgo de provocar complicaciones físicas a largo plazo. Deben retirarse de forma gradual.
     BENZODIACEPINAS: Entre ellas están el clobazám (NOIAFREN, CLARMYL), el clonazepám (RIVOTRIL), diazepám (VALIUM) y el nitrazepám (MOGADON).  Algunos de ellos se recetan mucho, no como antiepilépticos, sino para problemas de ansiedad o de sueño. Sin embargo, los estudios sobre el uso de benzodiacepinas como tranquilizantes (VALIUM) o somníferos (MOGADON) han permitido descubrir que crean dependencia y que hay que tener mucho cuidado a la hora de retirarlos. La retirada debe ser gradual y más bien a lo largo de varios meses y no varios días, ya que existe el riesgo del efecto “rebote” (aumento del síntoma para el que se estaba tomando esta medicina). Entre las consecuencias de una retirada demasiado brusca cabe citar aumento de las crisis, ataques de pánico, alucinaciones, ataques de rabia e insomnio.
      CLOBAZAM (NOIAFREN, CLARMYL): Necesitan recetas especiales, que especifiquen que se van a usar en el tratamiento de la epilepsia. Se suelen utilizar en combinación con otros fármacos epilépticos.
      CLONAZEPAM (RIVOTRIL): Se ha empleado en varios tipos de epilepsia, en especial, en espasmos infantiles, epilepsias mioclónicas y ausencias. Puede tener efectos sedantes en niños pequeños, que se evitarán mediante la introducción gradual del fármaco. Puede producir también hipersecreción salivar y bronquial (babeo y balsas). Otros efectos indeseables son la ataxia y el cansancio, por lo que puede retrasar el desarrollo de un niño pequeño hasta que el organismo se habitúe al fármaco. Se han documentado en pacientes con E.T. tratados con clonazepám irritabilidad aguda, excitación, agresividad e hiperactividad., trastornos de la sangre (disminución del número de plaquetas), trastornos de la piel (erupción cutánea, alergia, caída del cabello…)
      DIAZEPAM (VALIUM): Se trata de un fármaco muy útil para crisis prolongadas y muchos padres tienen en casa STESOLID en microenemas  para administrarlo por vía rectal si su hijo es propenso a “status epiléptico”. Conviene reservarlos para situaciones de emergencia.
      NITRAZEPAM (MOGADON): Se utiliza para inducir el sueño y como fármaco antiepiléptico para tratar los espasmos infantiles. Sus efectos secundarios son similares a los del clonazepám. También produce fácilmente adicción y hay que tener mucho cuidado a la hora de retirarlo.

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