martes, 15 de noviembre de 2011

Investigaciones en epilepsia

E.E.G. (electroencefalograma) El electroencefalograma es un registro de la actividad eléctrica del cerebro obtenido a partir de electrodos colocados en el cuero cabelludo. La actividad epiléptica muestra un trazado desorganizado de las ondas cerebrales y crisis como los espasmos infantiles y las generalizadas tienen una estructura característica.

Rayos X del cráneo: Las lesiones de la E.T. se calcifican (la calcificación entraña el depósito de sales de calcio en los tejidos) y puede verse en las placas de rayos X del cráneo. Estas calcificaciones faltan a menudo en los bebés y niños pequeños, pero aumentan con la edad. Una radiografía de cráneo puede mostrar si los ventrículos (cavidades del cerebro que contienen el líquido cefalorraquídeo) están dilatados o más aumentados de lo que cabría esperar y esas dilataciones se ven a menudo en los pacientes de esclerosis tuberosa.

Tomografía Axial Computalizada (TAC, TC, SCAN) Es una técnica que combina radiografías seriadas del cerebro a diferentes niveles con un ordenador y , con esta técnica, se ponen de manifiesto claramente las lesiones de la E.T. Para ello es precio que el paciente se esté quieto 20 minutos. Por ese motivo quizá sea necesario un anestésico para los niños hiperactivos.  En la E.T., una zona común de lesiones son los ventrículos del cerebro y los nódulos a veces empiezan a bloquear la circulación del liquido cefalorraquídeo, produciéndose una hidrocefalia. En el TAC pueden verse también otras lesiones ocupantes de espacio y se emplea para el diagnóstico de tumores. Los síntomas de hidrocefalia o presencia de  tumores cerebrales son el dolor de cabeza, un cambio espectacular de la actividad epiléptica, visión borrosa, irritabilidad y vómitos en ausencia de enfermedad. Mediante un oftalmoscopio, el médico puede detectar una hidrocefalia con facilidad mirando el fondo de los ojos.




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